Me gustan las cosas simples.
Un abrazo, un cuídate al despedirte, una mirada de complicidad, un abrígate de mamá, el café fresco de la mañana, una sonrisa sin motivo, un terraceo que acaba en madrugada, un beso de buenas noches, un ataque de quiero verte, un mensaje de buenos días, el olor a tierra mojada en verano, una canción o una foto que te hace recordar,
reír hasta no poder más, ver una estrella fugaz, llegar a lo alto de la cima de la montaña, un poema de diez palabras, un baño caliente en pleno invierno, la hierba o la arena bajo mis pies, ver una peli de manta y palomitas, acurrucarme en el regazo de alguien, escuchar la lluvia caer desde casa, pan recién salido del horno, abrir un libro nuevo, la nieve cayéndome en la cara, un avísame cuando llegues, coger de la mano a alguien que quiero, un plan improvisado, ver atardecer...
Un te echo de menos tuyo. ¡Sí!, tuyo, que estás leyendo esto...
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