lunes, 30 de abril de 2018

domingo, 29 de abril de 2018

Cuestión de canciones

Esa pequeña de gran corazón que entró como el huracán que es en mi vida, hace escasamente dos años, cumple añitos hoy.
Para ella va a ser muy especial este día. Lo sé y lo sabe. Difícil será que se olvide de dónde y con quién estaba cuando cumplió los 33. 
Nos perdemos un poco ya en aventuras. Tenemos que ver fotos para empezar a recordar qué vino antes o qué hicimos después. Pero dejando a un lado todas las historias ya acumuladas, si hay algo que nos ha caracterizado desde el principio es la música, las letras y las palabras. 
Dicen que se conoce mucho de una persona cuando escuchas la música que le gusta y todo este tiempo ha sido un compartir de canciones. 

¡Muchas felicidades pequeño huracán! 

-DetallesConectados- 


Todo en el fondo es cuestión de canciones, de estados de ánimos, es lo que tiene la música, que te acompaña en todos los momenos y en cada recuerdo. Y la seducción de los discos, aunque se haya vuelto todo tan efímero con internet y todas las plataformas llenas de canciones. Que ya no se venden discos, qué disparate. La gente sigue entusiasmada por comprarse un disco y llevar a cabo el apasionado ritual de desenvolverlo del plástico, abrir un libreto lleno de canciones y olerlo como si fueran libros nuevos del colegio. Buscamos algo que nos emocione y nos conmueva.
 
Estamos ansiosos por sentir algo en las manos que no se va a acabar. Que suenen canciones que nos convenzan de algo, aunque sea mentira, vamos, que tenemos que creer en las palabras ahora que nadie cree en nada. El amor mismo, está lleno de canciones. A mí ya me lo advirtió un profesor de ciencias hace mucho tiempo, que no dejara que lo extraordinario de los avances me hiciera perder la creencia en lo mundano. Y por eso sigo entera, porque la música me ha salvado de muchas piedras. 

-Adriana Moragues-

sábado, 28 de abril de 2018

Resetear

Viajar te cambiará para siempre. No serás otra persona, pero tal vez tus prioridades y valores sí sean otros. No tengas miedo al cambio, es inevitable, pero también necesario.

¡Nos vamos! A un viaje de esos de locura, casi totalmente improvisado y sabiendo el destino con tan sólo 48 horas de antelación.
Nos hemos pasado los últimos dos meses y medio diciendo: ¿¿Dónde nos vamos?? ¡¡¡Ahhhh!!!
Y es que viajar no es sólo un placer sino un aprendizaje continuo, como la vida misma.
Nos han rodeado la ansiedad, la expectación y las ganas. Y tras tantos días deseando que llegara la fecha, soy consciente de que se nos va a pasar volando.
El colegio, la universidad, la familia, el día a día nos enseñan gran parte de lo que necesitamos para vivir, cómo comportarnos, los valores, pero hay ciertas cosas que sólo se aprenden viajando.
Muchos piensan que viajar es únicamente una actividad de placer pero si eres de los que se quedan sólo en eso, habrás pasado tu vida sin adentrarte realmente en todo lo que te pueden ofrecer los viajes para cambiar nuestra percepción de la realidad, abrir los ojos a otras vidas, otras culturas, otros paisajes, otras historias.
Este viaje es cortito pero ojalá sea el primero de muchos. Y si puede ser, más largos.

-DetallesConectados-

viernes, 27 de abril de 2018

Miedo

Anoche cuando volvía sola, muerta de miedo, no paraba de pensar en que yo podría ser una de esas chicas que salen en la tele que no tuvieron un buen camino de vuelta a casa.
Y me entraba más miedo aún.
Fue entonces cuando, a la vez, me llenaba de rabia y me preguntaba, una y otra vez, por qué no podía ir tranquila. Por qué tenía que gastarme el doble de dinero en un taxi para que me dejara en la puerta y no pasara nada. Por qué tenía que quedarme hasta más tarde en un sitio simplemente para esperar a que alguien se volviera conmigo y así no ir sola. Por qué tenía que pedirle a alguien que estuviera atento al móvil por si me pasaba algo, porque me temblaban las piernas. Por qué tenía que ir andando mirando para los lados, con el corazón a mil y rezando de que no viniese nadie detrás o no hubiese nadie esperando al doblar la esquina. Por qué mis padres tenían que estar preocupados por si llegaba bien o no.
Me preguntaba, con coraje y casi llorando, por qué tenía que tener miedo, por qué no podía ir tranquila por la calle a altas horas de la noche. Y seguía preguntándome por qué hay gente ahí fuera con la cabeza más para allá que para acá, que no piensa las cosas, que tiene el mal dentro y que me hace ir intranquila por la calle.
Y aún después de darle vueltas, no obtuve ni una respuesta. O bueno, quizás sí.
Quizás la única respuesta es porque vivimos en un mundo donde hay personas que no respetan, que día tras día usan la violencia y, peor aún, que no pagan por ello.

-Un rincón maravilloso-

lunes, 23 de abril de 2018

Rutina

Un campesino cansado de la rutina del campo y de tanto trabajo duro, decidió vender su finca. Como sabía que su vecino era un destacado poeta, decidió pedirle el favor que le hiciera el aviso de venta. El poeta accedió gustosamente.
El aviso decía:
"Vendo un pedacito de cielo, adornado con bellas flores y verdes árboles, hermosos prados y un cristalino río con el agua más pura que jamás hayan visto".
El poeta tuvo que marcharse por un tiempo, pero a su regreso decidió visitar a sus nuevos vecinos, pensando que aquel hombre del aviso se había mudado. Su sorpresa fue mayor al ver al campesino trabajando en sus faenas.
El poeta preguntó: ¡Amigo! ¿No se iba de la finca?
El campesino con una sonrisa le respondió:
No mi querido vecino, después de leer el aviso que usted me hizo, comprendí que tenía el lugar más maravilloso de la tierra y que no existe otro mejor.

-Al caer el sol-

domingo, 22 de abril de 2018

sábado, 21 de abril de 2018

viernes, 20 de abril de 2018

Personas lugares

Hay lugares donde he sido verdaderamente feliz, donde me he sentido como en casa cuando no lo estaba, donde los ojos brillan de manera diferente y las palabras no tienen por qué ser pronunciadas; hay personas que son esos lugares.
Puedo prometerte que me sentí muchas veces más dentro de alguien que en el interior de la sala donde me encontraba, puedo prometerte que he viajado a través de miradas, más allá de lo que un avión lo permita, y tomado más de un barco en los muelles de labios ahogados en historias silenciadas. Y fue en esos lugares donde pude ser yo, sin ningún temor, y fue en esos brazos que me abrazaban donde sentí la verdad que hay detrás de la amistad. También, el amor lo encontré en esos lugares, tanto en ellos como en mí, porque al fin y al cabo, yo soy otro lugar más; en cuyo ambiente se respira la esperanza de que algunos de esos lugares que visito y me enamoran, quieran también formar parte de mi mundo.

-Hoy quizá sí-

miércoles, 18 de abril de 2018

¿Bailamos?

No, no somos perfectos, pero sabes que.. ¿¿Que más da?? Hubo un tiempo que hablabas con miedo, mirando al suelo, pero se acabó. Hubo tiempo que no te gustaba tu cuerpo, ni siquiera tus zapatos, pero ya no. Hubo un tiempo que no te gustaban tantas cosas, que pensabas ser un auténtico desastre, pero eso fue ayer.
Hoy hablas mirando a los ojos. Hoy quieres ser feliz, y hasta un poquito caradura, pero poco ¿eh? Hoy decides meterte en el grupo de los disfrutones, de los viajeros y de los que viven su vida sin importarles el que dirán. Hoy sabes que no somos perfectos, pero ¿qué más da eso? Nadie lo es. Hoy te permites ser tú con tus errores y tus alegrías, con tus locuras y tus razones. Hoy te dejas llevar, y te crees eso de que hay empezar a pensar menos y sentir más. Hoy dejas de preocuparte por tanto y por todo, y empiezas a bailar.

Porque lo bailado nadie te lo quita, y porque hay que bailar como si nadie te viera. 

¿Bailamos? 

-Caracoles Caraduras-

martes, 17 de abril de 2018

Gracias

Hay personas que te cambian la vida y nunca llegan a enterarse del efecto que causaron en ti.
Gracias.

-Cosas que nunca te dije-

lunes, 16 de abril de 2018

Caminante

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.

-Antonio Machado-

domingo, 15 de abril de 2018

Voces cercanas

Salgan con amigas y olvídense del resto del mundo, pacten verse una o dos veces por semana, y si coincidir se les dificulta demasiado, véanse al menos una vez al mes, no se vuelvan una voz lejana en el teléfono, reúnanse, ríanse de estupideces, recuerden viejas anécdotas, hablen de su vida íntima, comenten esa vez que se fueron de un baile con un hombre guapo del que no sabían ni el nombre... Inventen historias graciosas, hablen de probabilidades, barajen posibles futuros o cuenten sus secretos; disfruten el tiempo compartido, beban hasta que las narices y las mejillas se les pongan rojas o tomen café mientras comentan sus planes a corto plazo.
Vívanse, entre risas y abrazos; entre gritos de euforia y silencios de comprensión. Quiéranse mucho, y no dejen de decir lo que piensan la una de la otra, acompáñense durante la vida y piensen que el mañana siempre es incierto, como una lotería.

-Olivia Ismael-

sábado, 14 de abril de 2018

Abrazos

Yo siempre necesito abrazos, esté bien o mal, siempre los necesito. No hay expresión de cariño tan tierna como un abrazo, donde dos personas se complementan generando una sensación agradable, expresando apoyo o cariño porque sí.
Un abrazo reconforta, quita el frío, refuerza un lazo emocional. Un abrazo hace que el perfume de la persona que te gusta se impregne en ti, además de tener la posibilidad de escuchar sus latidos. Un abrazo te hace sentir la persona más dichosa por unos instantes.

-Al caer el sol-

viernes, 13 de abril de 2018

jueves, 12 de abril de 2018

Todos

Porque sé que hay días y semanas, e incluso temporadas, de mierda. Porque muchas veces la vida parece que está en nuestra contra y no nos echa ni una mano para conseguir o llegar a aquello que queríamos o deseábamos...

No creas que eres sólo tú. Todos fallan, todos se equivocan, todos se caen. Todos, en algún momento, desisten de cosas y de personas. Todos tienen miedo, todos sufren. Todos, un día cualquiera, no saben lo que hacer.
Todos tienen dudas, todos quieren que les quieran. Todos, en algún fondo del pozo, no encuentran el coraje para cambiar. Todos dejan de creer. Todos, en algún camino, se pierden de ellos mismos. Todos lloran y todos -cuántas veces- se hartan de la vida.
Pero TODOS son mucho más fuertes de lo que piensan. Y TODOS tienen más coraje de lo que creen. TODOS consiguen dar la vuelta a la situación. Y TODOS -y tú también- tienen el coraje suficiente para hacer aquello de lo que no hay que desistir nunca: ser feliz.

-DetallesConectados-

miércoles, 11 de abril de 2018

Al final no es complicado

Qué bonito es que la vida te sorprenda con cada vuelta. Entender que no somos de nadie pero sí que le debemos un poquito a aquellos que cada día apuestan por nosotros.
Que arriesgarse puede ser una locura, pero no tomar riesgos implica tener una vida aburrida.
Que aprovechar cada momento como si fuera el último debería ser obligatorio.
Que al final no era tan complicado eso de ser feliz.

-Inma García-

martes, 10 de abril de 2018

No sé qué ponerme

Ya veo chicas con la cazadora vaquera pero delante de la estufa, otras con el abrigo de pelo y las sandalias. Y hay quien aún lleva gorros mientras se come un helado. 
A veces me apetece volver a poner el árbol de navidad y otras dormir en bragas. Y al final voy a acabar saliendo de casa con una maleta llena de “por si acaso”. 
Y es que con este tiempo loco no sé si es invierno, primavera o verano. O quizás ya hemos entrado en esa maldita estación de “no sé qué ponerme”.

-Un rincón maravilloso-

lunes, 9 de abril de 2018

Arráncame

A veces la música te escuece dentro y otras se convierte en magia, porque hay quien sabe ser magia, aunque nunca llegue a saberlo.


-Vanesa Martín-

viernes, 6 de abril de 2018

Pensando en el próximo

Lo bueno de despedirte de una amiga, es que ya estás esperando el próximo reencuentro.
Porque cuando algo es bueno, nunca está lo suficientemente lejos como para olvidarse.

-Los lunares de mi piel-

miércoles, 4 de abril de 2018

Desconexión

Qué choque de realidad pero qué bonito, al mismo tiempo, es volver a ese rincón que lo tiene todo. Bonito porque es ese lugar donde regresar siempre es una buena idea (algo así como dicen de París), porque te entiende como nadie.
Y choque de realidad porque es el que me pone siempre los puntos sobre las "i", el que me habla y me dice lo que quiero y lo que no quiero oír porque es donde consigo parar y escuchar con atención.
Quienes vivimos en ciudad grande y tenemos pueblo, por familia o herencia, en muchas ocasiones éste se convierte en nuestro lugar de escape, de evasión o desconexión.
Yo también lo tengo pero he de decir que nunca tuve ese vínculo que se suele tener. Digamos que soy un poco desarraigada en ese sentido. Con mis mil y una vueltas a lo largo de mi vida y las circunstancias que me rodean, al final, no me siento unida de esa manera con aquello que tal vez debería, a esas raíces familiares.
Casa es casa pero sigue simbolizando el agobio de la ciudad, del día a día, el lugar donde se crece. El resto de puntos geográficos que me vieron pasar y vivir me han visto avanzar y madurar (aunque a veces no lo parezca). De todos guardo un cariño muy especial por todo lo que me dieron. Pero para que un lugar sea tu rincón, para que sea ese espacio de evasión, necesita atesorar en él una serie de características que lo conviertan en especial y único.
Y a él volví de nuevo estos días... A ese rincón que me da paz y tranquilidad. Todo lo contrario de aquel desasosiego del que hablaba Fernando Pessoa.
Llegar allí es como llegar a un segundo hogar, a una segunda familia.
Se nota en el recibimiento, en ese no parar de hablar porque hay mucho que contar pero que a la vez parece que nos vimos ayer. Se nota en la llegada a casa, en tener el frigorífico lleno de comida porque se han presentado con lo mejor de la huerta o del mar o en su defecto directamente con el puchero.
Se nota en el pueblo, porque te conoces tanto las calles y sus recovecos, que no necesitas preguntar dónde vais a quedar porque ya sabes dónde tienes que ir.
Se nota en el levantar de la cama, por el silencio y la paz, por el cantar de los gallos, porque no te sientes una extraña ni en la cama, ni en la casa.
Se nota en la simplicidad y la sencillez de todo, en el placer de lo de siempre aunque parezca repetitivo, porque esa repetición es lo que lo transforma en especial.
Han sido días de descanso, de dejar la batería a medio gas e intentar relajarme. He tenido esos esperados y necesarios minutos de desconexión total en aquel que fue, es y será mi escondite, donde todo para, donde todo se congela, donde sólo estamos yo, el mar y el cielo, donde todo cobra sentido, donde el puzzle se hace figura.
Han sido días de muchos reencuentros, los de toda la vida, los fugaces y los casi improvisados. Han sido días de poner las conversaciones en día y las risas en hora (que no me falte nunca ese reír hasta llorar).
Han sido días de comer y beber hasta reventar aunque siempre nos pasa lo mismo. Llegamos con el ansia de devorar cada plato porque allí, sí, todo sabe mejor, es verdad, pero es que además la calidad es infinitamente mejor. Y el último día lo único que (casi) queremos es parar de comer.
A pesar de todo han sido días raros, tal vez consecuencia de la meteorología, que no ha acompañado como otras veces y ha impedido disfrutar a tope. Pero el caso es que también he vuelto con la sensación de que parecía que algo no encajaba, había algo extraño.
Y es que son pequeñas cosas, en momentos muy puntuales, y son esos los que convierten la realidad en algo más real. El paisaje que veía por la ventana del autobús era otro bien distinto cuando tomaba el camino de regreso los años anteriores, cuando acababan esos días de relax y desconexión.
Son esos detalles los que todavía me hacen sentir a veces un poco descolocada, incluso perdida.
De todas las experiencias que he tenido hasta ahora en mi vida, y sobre todo en mi vida "viajera", lo que ha marcado la diferencia ha sido siempre la gente con la que las he compartido.
En realidad, no importa mucho ni dónde, ni cuándo, ni cómo. Importa sobre todo con quién. Pero si puedes compartir esas experiencias en lugares que son, de alguna manera, mágicos para ti, son experiencias doblemente felices.
La gente siempre suma y hay gente maravillosa en todos lados.
Pero los míos suman más.

-DetallesConectados-

martes, 3 de abril de 2018

lunes, 2 de abril de 2018

¿Cuál es tu edad?

¿Que cuál es mi edad?

Estoy en esa edad de no jugar al ratón y al gato. Esa edad maravillosa de llamar las cosas por su nombre. Esa edad de no esperar un Whatsapp tuyo para decirte lo que quiero o pienso de ti. 
Tengo esa edad de no necesitar que me adores o me compres, porque sé lo que valgo y lo que quiero. 
Tengo esa edad de ir con Calma, creciendo y pendiente de mis deseos, sin necesidad de gustar a nadie, ni complacer. 

Me preguntan: ¿que cuál es mi edad?

La edad en la que el amor se siente con fuego; se quiere con ganas y se besa con pasión.
Tengo los años suficientes como para saber que mis sueños son posibles, y mis ilusiones son el presente. 
Tengo esa edad que pueden ser veinte, treinta, cuarenta o cincuenta porque se llama madurez y ahora sé que los números no importan... porque lo que importa es lo que siento y lo que trasmito. 
Tengo los años suficientes para vivir sin miedos, sin temores, libre y abierto a vivir nuevas experiencias que me hagan crecer como persona 

¿Que cuál es mi edad? 

¡Esa maravillosa edad que se llama Felicidad! 

-Ciudadano114-

domingo, 1 de abril de 2018

El miedo

No sé vosotros, pero yo, cuando siento demonios cerca, meto la cabeza bajo la manta… y me acuerdo de las personas que me quieren de verdad, esas que cuento con los dedos de las manos. Entonces, sólo entonces, se me va el miedo.

-La chica de los jueves-