sábado, 7 de octubre de 2017

Verdades

¡Qué difícil es encontrar personas que valgan la pena!
Creo de verdad que cada vez me cuesta más encontrar ese tipo de personas. O a lo mejor me estoy haciendo mayor y más inflexible, o mejor dicho, más selectiva, porque, feliz o infelizmente, sé bien aquello que no quiero y eso hace que uno acabe siendo más exigente.
No obstante es aún más complicado conectar, congeniar, encontrar esas personas, esos amigos de verdad, de los reales.
Todos están para lo fácil (salvo algún despistado), algunos llegan a estar en lo difícil pero muy pocos, escasos diría yo, son los que están ahí para decirte las cosas a la cara, para hacerte ver el camino cuando te has cegado o necesitas encontrarlo de nuevo, o simplemente para darte un guantazo de realidad si te lo has ganado. Si no os habéis llevado uno de esos en algún momento de vuestra vida, puede ser que tengáis que revisar vuestra lista de amistades.
Tal vez, como consecuencia de lo que he vivido estos años, valoro más, si cabe, la cruda sinceridad, la verdad sin tapujos, aunque duela de forma momentánea.
Quien te quiere realmente no pretende hacerte daño de forma gratuita con esa sinceridad sino que busca darte un toque de atención y, en el fondo, tu felicidad, porque te conoce, porque sabe quién eres, lo que quieres, tus deseos y tus anhelos...
No nos suele gustar oír aquello que no queremos, lo que no es nuestro punto de vista aunque sepamos que es cierto, aquello que no está en nuestro planning aunque no lo hayamos pensado o ponderado como opción... todo eso que se llaman Verdades.
Personalmente prefiero escucharlas a vivir en una realidad ficticia o protegida (una vez más) para amortiguar ciertas caídas, o para esconder medias verdades o falsa sinceridad.
Esas dos, la verdad y la sinceridad vienen de ese alguien que tienes a tu lado y que sabe lo que es la amistad porque ha entendido que esa, la amistad, es cuando un corazón cabe dentro de otro (ref. Sara Búho).

-DetallesConectados-

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