jueves, 7 de septiembre de 2017

Decisiones

Qué complicada a veces la vida, ¡eh!
Bueno, no la vida, las circunstancias que se nos presentan, las decisiones que tenemos que tomar.
Han sido un par de meses de pensar, de conversaciones con éste y aquélla, algunas con meneo y zarandeo emocional incluído. Amigos que se preocupan e incluso que se encuentran, en el fondo, en situaciones algo parecidas a la mía.
No es que sea un consuelo pero al menos sirve para percibir que una no es la única.
Es normal que tras el verano, el regreso a lo que era nuestra rutina nos parezca, tal vez, ínfimo. Después de los días de calor, de los días simples, es fácil entender que esa rutina casi anual y repetitiva nos sepa a poco y pretendamos más.
Los horarios establecidos de trabajo, gimnasio, clases, compras, comidas..., acaban por ser horarios que nos prenden, que nos impiden disfrutar de las pequeñas cosas frente a unos días de verano donde, aunque se trabaje, todo parece más sencillo y donde, dentro del propio ritmo, encontramos siempre esas pequeñas cosas que nos hacen la vida más agradable.
Así que no me resulta extraño que muchos de los que conozco, y que se encuentran en un momento de impasse, de necesidad de cambio, de evolución, vuelvan con una energía insondable pero exigiendo más de su vida, pareciendo incluso que se quieran comer el mundo.
La verdad es que no soy la única en ese impasse de vida, con necesidad de un cambio, tal vez en lo personal, tal vez en lo profesional, tal vez en los dos, y eso se debe a que nos encontramos en un momento de desarrollo y en el que acabamos por ambicionar más. Por lo menos los culo inquietos o los menos conformistas.
A pesar de todo hay que tener cuidado antes de tomar decisiones precipitadas y saber diferenciar entre lo que es una reacción a los días post vacacionales o el progreso natural de esa necesidad de cambio.
Una vez que eso está claro, el siguiente paso, en algunas circunstancias, ya no depende sólo de nosotros. Pueden existir atenuantes que lo impidan o lo retarden pero si lo tenéis claro y lleváis un tiempo ya con esa necesidad de mudanza, no desistáis, seguid apostando en lo que creéis y en vuestros sueños o deseos, ¡apostad por vosotros mismos!
Aunque mi decisión estaba tomada hace mucho tiempo, como dice mi amigui, me faltaba la reacción final y consecuente de esa decisión. Me había congelado.
He tardado en dar el paso, más de lo esperado, pero me acabo de tirar a la piscina.
Qué bonito es tener cerca a gente que te apoya, que se preocupa tanto, porque siente contigo. De vez en cuando hay que escuchar un poco más a los que nos quieren, a esos que ven las cosas desde el exterior cuando nosotros nos hemos cegado o nos hemos quedado paralizados.

Ahora toca mirar hacia adelante y proyectar aquello que está por venir.

¡TODO LLEGA!


"Has tenido tiempo para darte un largo paseo por la playa cuando la tarde se va acabando, de esos que te hacen sentirte más fuerte, por fuera y por dentro. Un sol que sale y se pone, unas huellas que permanecen por tiempo limitado porque una ola las borra, un agua que limpia y depura, un camino de ida y vuelta, unas piedras contra las que tropiezas y otras que esquivas… La vida misma, mientras tú recapacitas sobre ella, sobre lo que dejaste atrás, sobre lo que está por venir"

-Te lo dije cantando-

-DetallesConectados-

No hay comentarios:

Publicar un comentario