sábado, 1 de septiembre de 2018

Tiempo de...

Apenas ha acabado el verano y yo ya hago balance del mío. Ganas no me faltan de estirarlo, de pensar en más planes de terraceo, de fines de semana locos, de piscina, de playa, de helados y mojitos... Alguno se escapará todavía pero me he propuesto comenzar una rutina desde ahora. Algo, que a mi entender, después de unos días de descanso y reflexión, no había llegado a tener desde mi llegada. En parte, es normal. La época del año no ayudó. El ritmo de todo ha sido completamente diferente de lo que será en invierno y, tal vez, he sentido falta de eso para comenzar con mejor pie.
Ha sido un verano raruno, como dicen mis amigas. Acostumbrada a un verano rodeada de playa, de planes, de escapadas, de muchos amigos, de salir todos los fines de semana, de fiestas, barbacoas y cenas... al ahora le ha faltado algo. Ha habido momentos incluso en los que he tenido ese sentimiento de estar rodeada de gente y al mismo tiempo sentirme completamente sola. Me han fallado cosas pero principalmente me han faltado personas, tener a algunos más cerca, como otras veces, como siempre había sido.
Supongo que es necesario pasar por todas las fases, por todos los momentos. Que volver no fue fácil y si lo pensamos fríamente, ni siquiera ha pasado un año. Que se trata de empezar a vivir cada época del año de nuevo, reinventar, dar la vuelta a la tortilla y crear nuevos recuerdos, como alguien inteligente me ha dicho recientemente. No anclarme o aferrarme a aquellos recuerdos ya pasados. Puede haber otros, puede haber unos nuevos y pueden ser tan buenos como los que he dejado atrás. Consejo que he cogido al vuelo aunque haya sido después de un guantazo de "abre los ojos". ¡Gracias! 
Una vez más, y a pesar de no haber tenido grandes vacaciones, Ellas, han vuelto a estar ahí, haciendo un esfuerzo titánico en esta ocasión. Cuando más lo necesitas, cuando más precisas de un poco de aire, llegan Ellas y te regalan una bombona de oxígeno. 
Aunque no os vayáis a pensar que cierro el chiringuito tan pronto. Ah, no, ¡no! Se acerca una temporada de emociones, de cosas bonitas, de acompañar a una de nuestras amis en su boda (¡quién me lo iba a decir!), de llorar y de reír al mismo tiempo, de reencuentros tras años sin ver a ciertas personas, de sacar las botas de basket del armario y volvérmelas a calzar, de recuperar el tiempo perdido, de planear nuevos viajes golpes, de abrazar a esas nuevas personas que han aparecido en estos meses... y espero, que de escribir de nuevo. 
Es tiempo de empezar a patear, de descubrir, de deleitarme como sólo lo sé hacer yo y dejarme llevar y empapar de lo que me rodea. Es hora de erguirme de nuevo, de volver a ser quien era y de recuperar esa fuerza de la naturaleza que tanto me costó rescatar en su momento. 

-DetallesConectados-

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