lunes, 3 de septiembre de 2018

Adelante

Seguir, seguir, seguir. Adelante y sin mirar para atrás. Ni por el retrovisor, ni se te ocurra.
Lo que dejamos atrás no es más que la estela de lo que somos, pero que nunca más volveremos a ser. Son borradores, prototipos de seres que un día, por un instante, fueron nosotros.
Lo que fuimos nos define. Es el capítulo anterior de la historia que escribimos viviendo. Bailando. Amando. Fallando. Follando. Soñando. 
A lo que nos queda de todo aquello, le llamamos recuerdos. Son las sobras o los posos, depende de si valió la alegría o la pena. Es el después de los despueses, es el bis que nadie pide al cantante que sabe que no llegará más allá, pero sigue cantando.
Y es que no tenemos muchas más opciones. De hecho, quedarse quieto para dejar la vida pasar es un atentado contra los que quisieron vivir y no pudieron, contra los que intentaron sonreír y les robaron hasta eso.
El pasado no es más que un puñado de recuerdos que se quedan en el fondo, recordándonos que jamás podremos volver a ser tan inocentes ni tan ingenuos. Ni tan tiernos ni adolescentes. Ni tan verdad ni tan incierto. Pero también nos hace ver que arriba, donde la brisa todavía corre y las heridas todavía se curan sin agua ni sal, todo vuelve a comenzar.
Seguir, seguir, seguir. Adelante. Siempre.

-Alejandro Sotodosos-

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