Lo bonito que tenemos, a pesar de la distancia y por muchos días que pasen sin vernos, es que nos tenemos y estamos siempre presentes. Tal vez no físicamente pero sabemos hacernos sentir de más maneras. Originalidad (y locura en sangre) no nos falta.
De eso trata la amistad. De saber estar y ser en todo momento.
Reconozco que ando más sensiblera y con esa saudade de amiguis fácil de aplacar pero para lo cual habrá que esperar todavía un poco.
Cuando nos reunamos de nuevo habrá que celebrar varias cosas pero por ahora, y desde la lejanía, no quería desaprovechar esa oportunidad que me da el blog para felicitar a esa Adela que difícilmente olvidará este año.
Muchas emociones y muchos momentos mágicos están aún por llegar pero estoy segura que hoy sabrás aprovechar como sólo tú sabes este día tan especial.
Aunque lejos, es inevitable no pensar en mi amiga, en mi Adela, en mi huracán, en esa parte de mí que ya está tan arraigada.
La vida a veces te pone en el camino a personas maravillosas y realmente excepcionales que no se pueden dejar escapar. Así que seguiré diciéndolo eternamente... ¡bendita esa casualidad no casualidad!
Brindo por muchos más momentos a tu lado, por muchas más aventuras locas, por muchas más escapadas y viajes de cuarto de hora [o más], por muchas más puestas de sol, por muchas más noches arreglando el mundo (o por lo menos intentándolo), por muchos más abrazos sanadores... Pero sobre todo brindo por ti.
¡Feliz cumpleaños Amiga!
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