domingo, 1 de julio de 2018

La maleta

Por mi vida lisboeta ha pasado de todo: buenos amigos, algunos incluso convertidos en familia; gente, que tal y como llegó, se fue; personas de cuarto de hora que supieron dejar huella; y otras de años que sólo dejaron cicatrices.
No es fácil llegar a un sitio de nuevas y adaptarte a todo desde cero. Te costó. Por muchas razones. Todavía me acuerdo de aquella primera excursión a Cascais. Tímido, casi siempre escondido detrás de tu cámara... (hasta que se empezó a hablar de las heridas de "guerra")
Pero te integraste y acabaste siendo, para mí, y sin desmerecer a nadie, una de esas personas que más se ha dejado querer.
No te voy a contar nada nuevo porque el sentimiento, sé, que es recíproco. Ese feeling se tiene con poca gente.
Difícil será olvidarme de mi último día en Lisboa, de ese paseo, de la comida, de la conversación (¿¿¿cuántas tuvimos intentando arreglar el mundo???)
Me da pena no estar ahí para devolverte ese paseo y ese día.
Ahora te toca pasar página a ti. Encontrarás a gente en el camino que te rodee. Aunque lo mejor siempre será sentirte rodeado. Saber que puedes coger la maleta con "ellos" en cualquier momento, y que el destino dará igual, porque lo importante será la compañía.
Con nosotros, siempre, tendrás una maleta que hacer para viajar.

¡No te olvides de tu familia!

Yo, por de pronto, te espero en Madrid.

-DetallesConectados-

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