jueves, 17 de agosto de 2017

Da gusto

Da gusto cuando la conversación fluye, cuando las palabras salen solas y también cuando sobran, da gusto cuando la persona que tienes enfrente atiende y entiende cada cosa que dices. Da gusto cuando encuentras respuestas en buena compañía, cuando surgen nuevas dudas que te recuerdan que la verdad absoluta no existe y que tu opinión cuenta como la del resto, ni más, ni menos. Da gusto cuando sientes que has cambiado el curso de la historia de alguien, recuerdas así el inmenso poder que tienen tus ideas, tus pensamientos y tu capacidad para expresarlos.
Da gusto cuando tienes la sensación de que estás en el momento y en el lugar adecuado sin habértelo propuesto, da gusto que la providencia haga de las suyas y te sitúe justo en el sitio en el que te debías estar. Da gusto ver cómo algunos procesos van llegando a su fin y otros no han hecho más que empezar, da gusto aprender por el camino y ser consciente de que cada persona que se nos acerca a lo largo del camino tiene algo que aportarnos, por poco que sea el tiempo que ha permanecido a nuestro lado.
Da gusto ver triunfar a los que queremos, en cualquier ámbito de la vida, lo importante es que su sonrisa se nos siga contagiando y seamos capaces de encontrar un hueco para celebrar todo lo bueno que les suceda. Da gusto saber que confían en nosotros también cuando las cosas salen mal, porque tenemos la capacidad de consolar y de animar en la misma proporción, da gusto sentirnos útiles hasta el punto de ser capaces de mejorar un estado de ánimo, casi nada.
Da gusto saber que no tienes cubierto el cupo de sorpresas, que los “cuando menos te lo esperas” suceden, que los nuevos trabajos se encuentran y nuevas personas llegan a tu vida, que visitarás nuevas ciudades sin planearlo demasiado y que tendrás nuevas ideas para alimentar esos proyectos que a veces quedan atascados por falta de imaginación, de tiempo o de ganas.
Da gusto saber que, pase lo que pase, el mundo sigue girando contigo dentro y que las oportunidades surgen a fuerza de intentarlo, de apostar por uno mismo, de buscar y encontrar, de equivocarse y rectificar, de elegir, de tomar partido, de abandonar una opción y apostarlo todo por otra… Da gusto, en definitiva, vivir.

-Te lo dije cantando-

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