martes, 5 de enero de 2016

Amores

Puede que el año pasado no haya sido un año de romances, pero fue un año de amores.
Durante los doce meses que ya dejamos atrás, entendí que el amor no es una relación. Es un sentimiento que hace tanto bien al que lo da como al que lo recibe. Es una forma de ver la vida y que a veces se confunde con la forma en que vemos a alguien.
No nos damos cuenta pero ese sentimiento también existe por nuestros amigos, nuestra familia e incluso por nosotros mismos. No tiene por qué ser sólo una cuestión de pareja.
Todas las veces que nos apasionamos por la personalidad de alguien que nunca hubiésemos pensado que nos gustaría, las risas que compartimos con cómplices desconocidos, el cariño que recibimos después de la morriña que nos ahogaba, las conquistas sufridas de todos los días, la alegría que sentimos por los logros de un amigo... son momentos de amor.
Incluso haberse amado a uno mismo también es motivo de fiesta. Las relaciones acaban, las amistades nos desilusionan, las pasiones se enfrían... Pero mirarse al espejo... ¡eso ocurre todos los días!
Si conseguiste enfrentar tu mirada y sentir verdad en lo que viste y tienes la sensación de que estás más cerca de ti mismo de lo que estabas la pasada Nochevieja, ¡también tienes motivos para celebrarlo!

-DetallesConectados-

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