Hay personas que son hogar.
Lo sabes por la forma de vivir cada segundo como si no hubiera nada más, como si el resto del mundo se silenciara con las risas. Lo sabes por las bromas, las noches inolvidables, la fuerza de cada abrazo. Lo sabes porque abres la nevera sin preguntar, y subes los pies al sofá.
Lo sabes porque cuando empieza a sonar la canción, la banda sonora de tantas tardes, basta con mirarnos para sonreír y bailar sin condiciones.
Y da igual el tiempo que pase, la geografía que nos separe. Dan igual algunos silencios, las diferencias. Los malos momentos que ni siquiera recuerdas.
Todo suma, donde sea, como sea. Pero con ell@s.
Y es que no hace falta ser desde siempre, para ser incondicional, y estar siempre.
Basta con querer.
Y con saber que la amistad, cuando es de las buenas, no necesita más que a ti, y a ell@s en el mismo lugar.
-Irene Cid Vega-
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