Y, al final, llegas a la conclusión de que todo es susceptible de cambios, especialmente la idea de no volver a recorrer un camino por el que ya habías pasado.
¿Quién sabe si más adelante no encontrarás un cartel que te señale en aquella dirección? Y es posible que regreses allí, quizá para dar un par de pasos más y abandonarlo de nuevo o quizás esta vez para llegar hasta el final con la mejor de las compañías…
Lo que está claro es que no lo sabrás si ignoras las señales y te niegas la oportunidad de comprobarlo por ti mismo.
-Te lo dije cantando-
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