Que la distancia se compone de kilómetros es algo obvio, una verdad indiscutible, un hecho objetivo e irrefutable. Pero a mí me gusta pensar que está conformada por infinitas cosas más, tantas como las que comparten las personas que separa.
La distancia es a veces circunstancial y otras, permanente; es nostalgia, pero también alegría pensando en el reencuentro; es no acomodarse, demostrar a los que nos importan que, aunque estén lejos, siguen presentes en nuestro día a día; es una forma diferente de conocerse, porque a veces las distancias cortas están sobrevaloradas, porque poner tierra de por medio nos demuestra hasta qué, hasta cuándo, estamos dispuestos.
La distancia es sentirse afortunado por vivir en la era de la comunicación, siendo consciente de lo sencillo que lo tenemos ahora y lo complicado que lo tuvieron en otra época, pero dando a cada palabra y a cada gesto, su verdadero valor. La distancia es mandar y recibir postales, reconocer estados de ánimo según el trazo de las letras. La distancia es compartir lo que nos preocupa con quien siempre lo hemos hecho, no importa si hay centímetros de por medio o un teléfono, lo que realmente necesitamos es que nos llegue su voz, contar con sus palabras, con sus consejos.
La distancia es escuchar un canción y pensar en esa persona, es leer un texto y enviárselo a alguien, es recordar y, sobre todo, hacerlo saber. La distancia es ser valiente, soltar amarras y atreverse, abandonar una parte de nuestra vida y salir a por la siguiente etapa; es aumentar la seguridad en ti mismo y también en los que dejaste atrás, teniendo la certeza de que siempre estarán y, si no es así, es que realmente entraron en tu vida para salir tiempo después.
La distancia es una despedida que se acaba transformando en abrazos de bienvenida con el paso de los días, semanas, meses o incluso años; es pensárselo dos veces y, aun sin tenerlo claro, tirar hacia adelante. La distancia es soñar exactamente lo mismo que otra persona que se encuentra en la otra parte del mundo, es alegrarte por los logros de quien quieres esté donde esté, es tener la capacidad -a veces- para estar con la cabeza en un sitio y con el corazón en otro.
La distancia es, en definitiva, sumar esfuerzos por no dejar que lo que os unió se esfume.
-Te lo dije cantando-
Todo lo que leo y plasmo en el blog (o que yo misma creo) tiene una razón de ser. Esas frases me dicen algo, me recuerdan a alguien o me hacen viajar a algún momento.
Pero no hay muchas palabras que me hayan hecho sentir tan reflejada como éstas. Es difícil explicar a los que quiero todo lo que siento o lo que pienso cuando estoy a kilómetros de distancia. Y es que a pesar de esa lejanía intento con todas mis fuerzas hacerme sentir cerca, pues muchas veces, es donde querría estar realmente... más cerca de ti... de vosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario