Suele decirse aquello de que es fácil estar en los momentos buenos. Para una copa, una cena, viajar, para las risas o las bromas... para todo eso tenemos mucha gente. ¿Y para lo malo? ¿Cuando vienen esos días menos buenos o cuando algo no va bien? ¿También tenéis de esas personas?
A los que tenéis a vuestro lado, no sólo cerca, sino presentes...
A los que nos ayudan a creer en nosotros mismos en los peores días. A los que no nos dejan huir de la verdad, aunque duela. A los que entienden nuestro silencio y aún así se quedan a nuestro lado, sin preguntas. A los que repiten siempre un estoy-aquí-para-ti y realmente están.
A los que nos empujan hacia arriba, a los que nos agarran en los tropiezos, a los que son balón de oxígeno cuando no conseguimos respirar, a los que nos levantan del suelo, a los que nos enseñan a despegar y volar, a los que son esa cuerda que no se parte, a los que son el hombro y el regazo donde descansar, a los que son la fuerza y el coraje cuando nos falta...
Para ellos nunca será necesario que existan días especiales para decirles: ¡gracias por todo!
... y a ti... ¡gracias!
-DetallesConectados-
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