Existe un porcentaje mínimo de personas que saben estar y ser a tu lado, que saben quedarse, darte la mano cuando no la pides y hacerte mejor persona. Que saben seguir a tu lado cuando todo el mundo se ha ido, incluso cuando tienen otra cosa que hacer.
Y después hay otras que están pero que no son. Que se quedan cuando quieren, no cuando lo necesitas. Que vuelven cuando les apetece, un día cualquiera, después de un tiempo sin aparecer. Personas que vienen y van, pero que nunca se quedan.
Y al final, se produce una balanza, en la que en un lado están los que llegan tarde para quedarse y, en otro, los que llegan pronto para irse. Y entonces te das cuenta de qué lado vale más, y decides quedarte con quien sabe estar pero, sobre todo, ser. Sin motivos y sin excusas.
Y al final, aprendes a no aceptar el ‘cuídate’ de nadie que no vaya a quedarse para ver si lo haces.
-Carlos Miguel Cortés y Un rincón maravilloso-
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