Los pequeños detalles siempre son los que cuentan.
Porque esos son realmente los que te hacen sonreír sin esperarlo, los que hacen que seas un poquito más feliz, y que te sientas más querida, por lo más mínimo. Son esos los que se quedan guardados para siempre en nuestra memoria, supongo que por el hecho de ser pequeños.
Y qué suerte.
Qué suerte poder irte un día a dormir y recordar cada detalle que se te ha quedado marcado de ese día, cada persona que te sorprendió en el momento exacto, que te conoce y sabe cómo hacerlo.
Y es que, al fin y al cabo, los pequeños detalles son los que marcan la diferencia.
-Un rincón maravilloso-
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