Quiero que triunfes.
Y que triunfes dando lo mejor de ti, no como aquellos que lo hacen porque sí. Porque un día movieron un dedo y tuvieron suerte. Y también quiero que tengas suerte, pero de la buena. Que nunca viene mal.
Yo quiero que tú triunfes, y que se note que te lo has currado. Porque has luchado cada día por conseguir aquello que deseas, que has dado tu mejor versión por ser mañana quien de verdad quieres ser.
Quiero que triunfes. Porque no te mereces menos. Porque todo esfuerzo tiene su recompensa, y porque tú te has esforzado demasiado. Tanto que has pasado noches sin dormir, días en los que no te cabían más cosas en la agenda, y que tirabas de tupper porque no tenías un hueco ni para ver el tiempo en la tele. Has rechazado no sé cuántos planes y has resoplado unos cuantos más del agobio.
Pero es que, al final de la dura montaña, las vistas son maravillosas.
Y mañana te mirarás al espejo y podrás decir, orgulloso, “lo he conseguido”.
Por favor, sé una persona de esas que no saben cómo rendirse.
Esas son las que llegan lejos.
-Un rincón maravilloso-
Me decías tú hace unas semanas: "No sabes lo importante que es lo que haces, dar pasos hacia delante e intentar conseguir el cambio que buscas."
Así que... pa'lante amiga. Puede que los pasos que estamos dando no nos lleven a la meta final ya, pero la vida es una carrera de fondo, no de velocidad.
¡Suerte princesa!
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