Orgullo de las veces que te levantaste. Y más orgullo por las veces que te caíste. Porque cada caída fue un intento. Cada error una lección. Cada reto conseguido un límite menos.
Orgullo por esa fuerza, por ese coraje, por esa pasión. Orgullo por no pedir permiso para soñar. Por intentarlo y por conseguirlo. Por no encajar a veces, ni tampoco pretenderlo. Por enseñarnos que las reglas a veces hay que cuestionárselas.
Orgullo por ser de esas personas con una magia especial. De esas que lo cambian todo y no sabes muy bien cómo. De las que son capaces de poner todo patas arriba. De las que no se rinden nunca.
Orgullo por ti. Por lo grande que eres aun sin saberlo, aun sin pretenderlo.
-Caracoles Caraduras-
No hay comentarios:
Publicar un comentario