Nada es para siempre, o eso dicen.
Pero hay cosas que nunca se acaban, que no tienen fecha de caducidad. Incluso podría deciros que aumenta con los años si lo mantienes bien guardado, si sabes conservarlo.
Si eres capaz de apreciar lo que realmente vale.
Es algo que no se puede comprar, incluso me atrevería a decir que es un concepto muy difícil de describir.
Porque hay que sentirlo, hay que quererlo, hay que disfrutarlo.
Un buen amigo es una relación de la que nunca te arrepientes. Es de las pocas cosas en la vida que decides sin pensarlo. Porque surge, porque aparece, porque se cruza en tu vida. Porque el destino te lo puso en tu camino para que tu vida fuese más feliz.
Son esas personas que te dejan un vacío cuando no están. De esas que cuando escuchas "la canción" le mandas una nota de voz.
De esas que quieres sin decirlo, porque se lo demuestras.
Esa persona que siempre es la primera en saberlo. De las que aparecen al principio de tu lista de llamadas y que apenas tienes fotos con ellas porque no te da tiempo a hacértelas. Porque prefieres vivir el momento a inmortalizarlo.
Son esas personas que hacen que tus días malos no sean tan malos, y que tu humor cambie por cualquier tontería que te digan.
Son esas personas tus compañeras de locuras, de imbecilidades continuas y que te contagian la risa hasta que te duele la barriga.
Cuídalas. Porque son de las pocas cosas en la vida que si las cuidas bien, las tendrás para siempre.
-Dime tú cómo lo ves-
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