viernes, 14 de septiembre de 2018

Destinos cruzados

Qué bonito eso de conocer nuevas personas.
Y más si apenas pasados un par de meses tienes la sensación de que en otra vida o en otro universo paralelo ya os habíais conocido porque las casualidades, los gustos, aficiones y pensamientos son tan iguales que no se encuentra otra explicación. O a lo mejor es que os separaron al nacer y no lo sabíais, aunque la diferencia de edad sea algo relevante en toda la historia. 
Qué bonito que te sorprendan con su sencillez y con su fortaleza. Que te hagan mantener la esperanza en la existencia de las buenas personas.
Que te ayuden a perder el miedo a subir a nuevos trenes o a cambiar de estaciones o a esos nuevos amores que parece que quieren llegar. 
Que te refuercen esa idea de que cada día es único e irrepetible, que aunque el día comience mal no quiere decir que tenga que acabar de la misma manera. Que te hagan modificar tus planes y que te pinchen para crear otros nuevos. 
Que te incentiven a ser mejor persona, que te insten y te provoquen para llegar más lejos, para alcanzar tu máximo potencial porque creen en ti más que tú misma. 
Que te hagan reír a primera y a última hora del día y que la carcajada sea la seña de identidad que os identifique. 
Qué bonito que te lleguen en forma de regalo cuando no te lo esperas. 
Qué bonito que el destino se cruce en tu camino.

¡Bonita casualidad, pececito! 

-DetallesConectados-

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