Las cosas pasan y como si de un sueño se tratasen acaban. Con el paso del tiempo se borran todos los momentos malos y solo los buenos tienen un sitio en tu corazón. Según lo que te hayan marcado, será mayor o menor. Pero ahí están.
Es lo bueno de arriesgarse, de vivir aventuras. Vengan las que vengan ninguna volverá a ser como era. Y aunque acaben, solo por haberla vivido tienes que estar feliz.
-Los lunares de mi piel-
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