Es el momento de hacer una parada e intentar redirigir nuestros pasos. No se trata de poner tu vida patas arribas -que algo estará bien, piénsalo-, sólo de darle una vuelta a aquello que no nos termina de convencer para demostrarnos a nosotros mismos de lo que somos capaces. Pero también es época de repasar aquello que nos ha salido bien, esas pequeñas conquistas a las que no hemos prestado la suficiente atención como para tomar conciencia de que el curso que acabó no fue en balde. Si has aprendido algo, por poco que sea, puedes dar por bien empleados estos meses.
-Te lo dije cantando-
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