Creo que los viajes se miden según la sonrisa que se te pone cuando vuelves a casa. Y las pocas ganas que tienes de irte cuando se acaba.
Se mide en la cantidad de momentos y experiencias que te traes contigo, en el peso de la maleta, y no en ropa, sino en recuerdos y pequeños detalles.
Se mide en cuántas veces has sentido que eres feliz de verdad, cuántas has mirado a tu compañía sintiéndote la más afortunada y cuántas veces revives cada paso.
Se mide en las ganas que tienes de volver a planear otra escapada, preparar la maleta y lanzarte a vivir. Una vez más.
Porque viajar, es mucho más que viajar.
-Un rincón maravilloso-
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