domingo, 21 de mayo de 2017

Un año de... esa bonita casualidad

¿Qué puedo decir más? Si es que lo he dicho todo ya... o no... No sé...
¡Tal vez me he quedado corta! Sí, yo creo que sí. Va a ser eso. 
Pero doy vueltas y más vueltas... Y así llevo ya unos cuantos días... 
Qué decir, cómo explicar... No es nada fácil. Cómo hacer entender... Es que en el fondo no hay nada que entender, sólo sentir, percibir... Y es que se ve, se palpa... Desde dentro y desde fuera. 
Un añito de aquel fin de semana. ¿En serio? ¿Ya? ¡Vaya tela! ¿Cuándo se ha pasado? 
Aunque estoy indecisa... ¿Sólo un año? ¿No ha sido más? ¿Pero no hemos hecho un montón de cosas? ¿¿Un año de verdad?? No me lo creo... 
He llegado a la conclusión que eso de, la fugacidad del tiempo y la intensidad de lo vivido, a la vez, sólo ocurre con ciertas personas. Son muy escasas, pero las hay. Y no es sólo que haya pocas... es que también depende de la forma de ser y de ver la vida, del momento en el que te conoces, el momento en el que te cruzas por el camino, la predisposición a querer saber de otros mundos u otras circunstancias, lejos de aquello que es tu círculo habitual, tu zona de confort... 
Una serie de condiciones que influyen y que han influido para que el resultado sea el actual, para que hoy esté escribiendo esto. 
¿Y cómo empezó? 
Pues como empieza todo en la vida. Casi sin querer. Una amiga en común, una historia, un regalo, un café, dos cafés, un finde, un viaje y un concierto... 
Es que todo fue muy espontáneo, natural. "Yo os hago de guía turística. Vosotras venid con las ganas". ¡Y qué ganas! Incansables.
Menos por una primera impresión de "niña santa con polito" (equivocada) en un café y de "¡vaya par de locas!" (real como la vida misma) en el cuarto de un hotel... no nos conocíamos de nada.
Y fueron necesarias qué... ¿¿unas horas?? Sí. Escasas horas (muy intensas) de un sábado, hace hoy justo un año, que marcó el inicio. 
¿El inicio de qué? 
De una aventura, de un cruce inesperado en la vida, de una bonita casualidad. Así como os lo cuento... 
¿Y el resto del año? Desde aquel día... ¿qué ha pasado? 
Pues el resto son historias que podemos empezar a contar ya como anécdotas, recuerdos y que comienzan a agolparse unas sobre otras. Es que si supierais la cantidad de cosas que hemos hecho, de momentos que hemos compartido, de detalles que nos han marcado, de peripecias que ya tenemos acumuladas, en tan sólo un año, y en las condiciones que nos rodean... ¡no os lo creeríais! 
¿Y ahora? ¿Ya os conocéis? 
Yo creo que sí. Han pasado sólo unos meses y estamos en ello, pero es que a veces no necesitas conocer a una persona desde hace años para sentirte unida a ella. A lo mejor pensáis que exagero o que estoy loca, y aún así, os digo que ya no imagino mi camino sin su compañía. Es que me faltaría algo, sentiría un vacío. 
¿¿Pero en tan poco tiempo...?? 
¡SÍ! Rotundo y con letras mayúsculas. Son de esas personas que sacuden tu universo de tal manera que las percibes al instante. Obviamente con sus vidas, su historia, su pasado, pero sin dobleces, directas, claras, cristalinas. 
Ya lo he comentado en alguna ocasión, ¿pero os cuento un secreto [a voces]? ¡No ha habido un mes en el que no la hayamos preparado! Y en algunos, más de una vez. Que nos gusta a nosotras que nos líen. Bueno, o nos liamos nosotras solas. Todavía no lo tengo muy claro.
Y no quiero abrir el calendario porque me da algo de vértigo con los planes que ya hemos reservado o con los que estamos maquinando. No hemos deshecho una maleta y ya estamos preparando la siguiente. 
¡A ver! ¡Es que santas no somos! Aunque lo intentemos, no engañamos a nadie, y somos conscientes que hay que aprovechar ese poco tiempo que tenemos cuando estamos juntas. Así que cada segundo lo hemos vivido y lo vivimos de forma muy intensa, siempre con una pizca de locura... o grandes dosis... Tampoco tengo esto muy claro. 
¿¿Y eso de la distancia?? 
Pues qué os puedo decir... ¡¡Jodido!! Soy sincera cuando digo que a veces las echo mucho de menos. Es que si fuera por nosotras creo que nos faltarían siempre días porque planes y ganas de estar juntas, nos sobran. ¡Cohetes! ¡Unas frescas! Pero ¡eh!, que en el fondo no es un problema... que si hay duros, lo mismo se plantan en la puerta de mi casa como yo me acoplo al plan. 
¿Y eso estando a cuántos kilómetros? 
No sé. Bueno, sí que lo sé, pero da igual. No hay distancias cuando realmente quieres ver o estar con alguien. Tan sencillo como eso. Son de esas personas por las cuales, si es necesario, das algo más, haces ese esfuerzo a mayores, porque no importa, porque realmente no es esfuerzo, porque son ellas, y por ellas, ¡lo que sea!
¿Sabéis lo que más me cuesta de eso de la distancia? El no estar presente cuando tienen esos días menos buenos. Que tal vez no iba a resolver nada... pero no sé... el poder estar ahí, un "vamos a tomar un café y me lo cuentas", un achuchón en el momento preciso, un "¡eh, que estoy aquí!"...
¿Y el futuro? 
Pues somos muy de presente, de exprimir cada segundo, cada minuto, como comentaba antes... El aquí y ahora, pero echando un vistazo de vez en cuando hacia lo lejos. Pies en el suelo sin dejar de lado nuestros sueños y anhelos. ¿Futuro? Creo que tenemos un bonito viaje por delante, un infinito lleno de posibilidades. Ellas lo tienen tatuado y es algo que se me va pegando cada vez más. 
¿Sabéis dónde estamos hoy? ¡Juntas! Con la cuarta en discordia, la culpable de todo, la que nos presentó. Yo creo que no era muy consciente de lo que hacía en ese momento, de a quién presentaba... ¡o sí! 
Es que se nos casa (¡ya creíamos que no la casábamos!) y estamos en su despedida. No quiero que le quitemos protagonismo. Es su día, su finde (uno de ellos), pero tenía que arañar unos minutos para este post especial dedicado a dos personas muy especiales que han dado la vuelta a mi mundo. Literalmente. Mis dos huracanes. 
Puedo seguir escribiendo y nunca acabaría, pero os lo resumo fácil. El empujón, la fuerza, la energía, que han traído e infundido a mi vida sólo lo sé yo y estaré eternamente agradecida. Creo que no son conscientes de cómo han alborotado mi universo, de lo que que han provocado en mi persona. Todo cosas positivas. Y si hay dudas, ¡a las pruebas me remito!
Oye, ¿y hay más personas así? 
¿Por el mundo? No os engaño, seguro que las habrá. Supongo que sí. ¿Pero exactamente como ellas?... lo dudo mucho. Es que son diferentes, peculiares... únicas... 
¿Que si las he cogido cariño? Esa palabra se queda muy corta, aunque creo que eso, ellas ya lo saben. 

-DetallesConectados- 

No importan las circunstancias en las que nos conocimos, porque, después de todo, lo que importa es la razón por la que nos quedamos. 

-Benjamín Griss- 

La casualidad es cruzarte con aquello que nunca has buscado y descubrir que nunca quisiste otra cosa. Somos un instante, somos casualidad. 

-Redry- 

Chicas, GRACIAS por estos doce meses inolvidables. 
Mejor que yo, creo que nadie sabe lo complicado que es mantener a los amigos con la distancia. Pero crear y construir una amistad desde un primer momento con tantos kilómetros de por medio... realmente es para muy pocos. Se necesita una gran implicación, más de la normal, y las ganas de los dos lados para ello y sólo puedo estar agradecida por creer y dar una oportunidad a esta loca que vive, espero que por poco tiempo más, en otro país. 
Tengo cientos, miles, de detalles ya grabados en la cabeza de todo este año, pero tened por seguro que no se me olvida ninguno. 
Tenemos el infinito por delante. 
Gracias por tanto, en tan poco tiempo. 

¡Os quiero!

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