Regala tu tiempo a aquel que quiera vivirlo contigo. De principio a fin. Sin excepciones ni peros que contradigan. A aquel que te regale el suyo, libremente, desinteresadamente. Sin esperar nada a cambio. A aquel que siempre está ahí, con una sincera sonrisa en la boca. Dispuesto a escuchar, a aconsejar, a acompañar. Dispuesto a ti. Sin vagas excusas ni intervalos de descanso. Sin filtros absurdos ni miradas hacia otro lado. A quien te da la mano cuando te caes. Y cuando no.
Regala tu sonrisa a quien más la disfrute. A quien ría contigo y junto a ti. A quien sepa sacarte sonrisas, una detrás de otra. Con absoluta facilidad. A quien te las haga brotar por sí solas. A quien brille con cada una de tus sonrisas y trate de sacarle aún más brillo. A quien te las provoca, espontáneamente y sin cosquillas de por medio. Regálasela también a quien la necesite, a quien pueda cambiarle el día, la estación y hasta la vida. A quien pueda (y quiera) contagiarse de ella en cualquier momento. No tiene por qué ser malo. Regálasela a quien bien te quiere y te recuerde que la has perdido.
Regala tu amor a quien sepa apreciarlo. A quien lo cuide y lo mime. A quien lo respete y lo corresponda. Aunque sea a su manera, que cada uno es libre. A quien lo trate con delicadeza, con especial cariño, hasta con admiración. A quien lo valore como oro en paño, como el mejor de los regalos. Regala todos y cada uno de tus besos y abrazos, cualquier muestra de afecto, por pequeña que sea. Que es en las pequeñas cosas donde se encuentra la felicidad.
Regala tu compañía. A quien esté a tu lado, sin importar si llueve o nieva. A quien camina, corre o trota, si se lo pides. Y sin pedírselo. A quien se interesa por ti, a quien se preocupa, a quien lo demuestra. Regala felicidad a quien sea feliz compartiéndola. Contigo. Siempre. A aquel que te abraza sin preguntar cuando sabe que es lo que necesitas. Porque te conoce.
Porque sabe leer tu mirada. Regala a quien está dispuesto a aceptar.
Regala instantes, ilusiones, alegrías.
Regala y autoregálate.
-Patricia Ayuste, Entre suspiros y un café-
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