Llevo muchos días intentando sentarme e intentando organizar todas las ideas que me han ido surgiendo por la cabeza. Plasmarlas en frases que den algún sentido a todo lo que está pasando de forma frenética a mi alrededor.
Pero me está costando mucho. No por falta de ganas sino de tiempo. Es la primera vez que estoy sintiendo de forma alarmante aquello que denominan como escaparse entre los dedos... y a mí, en este momento, el tiempo se me está escapando.
Había comenzado un nuevo post pero he decidido reajustarlo y cambiarlo. La vida cambia tanto en tan poco tiempo que las palabras que había escogido ya se han quedado incluso obsoletas, ya no exprimen todo lo que querría.
Venía de unos días de pensar, de dar vueltas a eso que llaman felicidad. Y más ahora que he empezado una nueva vida. Me ha rondado la cabeza durante varios días la pregunta: ¿soy feliz? Y había llegado a la conclusión clara y rotunda de que no soy feliz por lo que he conseguido o por lo que tengo... soy feliz por la gente que tengo a mi alrededor. Me hace feliz ver a los míos alcanzar sus objetivos, superar las piedras del camino, estar con ellos, verlos crecer, reírme a su lado, preocuparme e interesarme por sus vidas, compartirla con ellos.
Pero es que hoy, si cabe, y a pesar de la parte triste de la historia, soy más feliz.
Feliz porque no puedo sentirme más orgullosa de todas ellas, de mis chicas, de mis mujeres, de mis amis. Por su fuerza y su valentía, por el cariño y el amor incondicional que desprenden, por su rebosante energía, por sus tropiezos y su tirar pa'lante en cada situación.
Han sido meses complicados para todas y el tiempo ha hecho que se nos presenten por delante nuevos caminos y nuevos desafíos que afrontar. No tengo duda de que esos cambios, y a pesar de las dificultades, sólo nos harán más fuertes. Tanto de forma individual como juntas.
Es indescriptible la capacidad de quererse, de protegerse, de cuidarse, que tenemos entre nosotras. No tengo palabras. Hay que verlo. Pero es todavía más complicado describir lo felices que somos juntas, viendo cómo la felicidad de las demás es también la nuestra, tal y como decía la pequeña hace unos días.
"Así de juntas siempre, como en la foto. Esa es nuestra esencia... Ese es el reflejo de lo que somos. Eso somos las amiguis: la felicidad de nuestra manada es nuestra propia felicidad. Y me niego a no utilizar esa palabra porque otros la hayan desprestigiado, porque es una de las palabras más bonitas que conozco. Cuidarnos como animales, con instinto y con lealtad. Eso es lo que me transmite esa foto."
Circunstancias del guión van a hacer que en breve nos separemos físicamente algo más pero me rehúso a pensar que la distancia sea un impedimento, una complicación o perjudique eso que tenemos tan bonito, tan único y que sólo nosotras sentimos y sabemos. No hay distancias cuando realmente quieres ver a alguien.
A mis dos pajarillos que van a abandonar el nido sólo les puedo decir que salten. Que salten sin miedo al abismo porque los saltos están para los valientes y ellas son unas VALIENTES. Lo difícil será para nosotras. Lo complicado será soltaros de la mano porque de alguna manera os querremos retener aunque sólo sea durante unas breves milésimas de segundo.
Pero tenéis que volar.
Quiero veros volar.
Alto.
Muy alto.
¿Sabéis por qué?
Porque la perspectiva desde allá arriba, es todavía más bonita.
Nunca he conocido personas tan buenas, tan reales, tan auténticas, tan mágicas, tan todo, como ellas, como mis amiguis.
No sabéis lo feliz que soy por tenerlas en mi vida.
¡Qué suerte teneros!
¡¡Qué suerte de tenernos!!
(No tardéis mucho en volver, ¿vale?)
-DetallesConectados-
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