Equivócate. Rompe cosas y saca de tu vida a quien no lo merece. Parte en dos aquello que no te hace feliz. Tira por la ventana lo que te hace daño y ciérrala para que el viento no te devuelva las cenizas.
Lánzate. A por lo que sueñas, a por lo que piensas que te puede hacer sonreír. Por el precipicio, ese por el que nadie ha saltado antes. Ese que todo el mundo te dice que es peligroso. Ese es.
Rómpete. En mil pedazos, tan pequeños que te cueste luego encontrarlos. Encuéntralos y vuélvete a construir. En ese camino aprenderás lo más importante y te volverás más fuerte.
Fracasa. Una y otra vez. Sabiendo que no será la última. Porque ahí entenderás que lo importante es siempre el camino y no la meta. Nunca aprenderás de los éxitos, ve haciéndote a la idea.
Falla. Tira. Rompe. Parte. Todo.
A eso hemos venido aquí.
-Alejandro Sotodosos-
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