martes, 18 de abril de 2017

Cógelo amiga

Dar ese paso, el del cambio, el que va a poner tu vida patas arriba (literalmente), sabiéndolo, ya es difícil. Lo intuyes, lo hueles, lo predices e incluso te lo repites una y otra vez: "lo sé, va a ser complicado, lo asumo."
El problema está cuando te sumerges de lleno en ese gran cambio. Ansiedad, incertidumbre, expectación, inseguridad, nerviosismo... Seguro que no todo resulta como deseamos o nos encontramos con obstáculos no esperados que nos lo complican todavía más. 
Mi querida amiga, en su momento ya hiciste grandes cambios en tu vida: Alemania, Lisboa, Valencia... Sólo tienes que hacer memoria y recuperar esas sensaciones, sabiendo que ahora tienes más tablas y que eso sólo puede jugar en tu favor. 
No tenías nada y allá que fuiste. Con tu valentía, tu fuerza, tu simpatía y tus ganas de comerte el mundo. Lo lograste. Todo lo que te propusiste. Y se te quedó corto. Querías más y mejor. 
Has dado un paso más, tal vez el más grande (hasta ahora), pero el que querías, el que queríais, y sobre el cual te dije en su momento: te lo mereces, sé que será lo mejor y que va a salir todo bien. Y en parte no me he equivocado.
Pero sabes que todos los comienzos son difíciles. Encajar de nuevo. Encontrar tu sitio dentro de toda la novedad. Si todo fuera fácil, la vida sería muy aburrida. 
Da tiempo al tiempo. Respira cada día. Disfruta de cada segundo. Pero sobre todo sé feliz con aquello que decidas que va a formar parte de ti, ya bien sea en lo personal o en lo profesional. La vida está para ser vivida, no para ser sufrida. 
Es fácil dar consejos viendo la situación desde fuera. Hay que estar en la piel. Cada persona siente y vive las cosas de manera diferente. Pero sé que tienes lo que se dice "agallas" para llegar a buen puerto. Así que, como me dices tú... como amiga, coge el consejo. 

Tal vez, no tardando demasiado, tenga que echar la vista atrás y aplicarme el mismo cuento que te estoy contando, pero hoy, te toca a ti. 

La distancia no hace el olvido pero yo ya tengo ganas de sentarme a tu lado con una copa de vino y hablar de amiga a amiga de todo, como hicimos tantas veces en la ciudad de la luz. 
No nos prodigamos mucho pero sabes que te quiero periquita. 

-DetallesConectados-

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