He sacado unas cuantas cosas del trastero. De esas que, una vez que creemos dadas por terminadas, las metemos al fondo, donde no las podemos ver, pensando así, que, a lo mejor, será más fácil que pasen desapercibidas y no se nos agarren a las entrañas. De esas que, de manera inconsciente [o no], anhelamos que asome aún una esperanza que realmente nunca se llegará a producir.
Pero realmente lo único que hacemos con eso es esconderlas, no van a desaparecer. Simplemente retrasamos el momento de enfrentarnos a la verdad, a la realidad que tenemos delante.
Da miedo, pavor incluso, colocar un punto y final. Se convierte [muchas veces] en uno de los mayores actos de coraje que la vida te puede pedir...
... pero es [casi siempre] la paz que te mereces tener.
-DetallesConectados-
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