"Pero siempre hay alguien que, por cualquier cosa, llámalo como quieras llamarlo, destaca entre los demás. Alguien por quien recorrerías de punta a punta la ciudad para ayudarle, para comprarle klínex (o para ser su klínex). Alguien que, sin saber por qué, comprende cada uno de tus pensamientos como si estuviera en tu cerebro. Alguien que lee cada uno de tus gestos, que entiende lo escrito y lo que falta por escribir, que sabe el porqué de cada punto, de cada coma, de cada verbo. Alguien que, por alguna extraña razón, está como conectada contigo.
Es alguien que entiende la vida como tú, que sufre lo que tú, que se enamora de lo mismo que tú."
-La chica de los jueves, Corazón de Fondant-
De vez en cuando surge y aparece una de esas personas que desprende un brillo natural. Y ese brillo es tal que sólo el hecho de estar a su lado hace que tú también lo tengas. Son personas que irradian energía y luz positiva, contagiando a todos los que les rodean.
Hoy brilla de forma especial mi pequeña, aunque eso de pequeña es sólo en tamaño. Porque en todo lo demás... ¡es muy grande! Empezando por ese corazón que no le cabe en el pecho.
Durante los últimos años la vida me ha presentado algunas personas realmente increíbles pero es que la palabra en sí se queda muy corta para describirla.
Un pequeño huracán, una fuerza de la naturaleza llena de vida, de simpatía, de alegría... Alguien que, desde luego, es capaz de influir en la vida de cualquiera y poner todo patas arriba... pero para bien, ¡por supuesto!
La intensidad y la calidad de los momentos vividos han escondido la falta de tiempo pero estoy segura de que esto es sólo el principio de un bonito viaje que tenemos por delante.
Pequeña, nunca dejes de brillar. ¡Felicidades!
-DetallesConectados-
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