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Todos necesitamos que alguien nos recuerde que somos queridos, que estarán ahí si nos hace falta, que respirarán por nosotros cuando nos falte el aliento o gritarán cuando nos quedemos sin palabras.
Que nos verán siempre guapos, aunque no lo estemos.
Porque todos nos sentimos algún día de la semana un poco menos atractivos y simpáticos, un poco más rancios y menos guapos. Y se nos pone cara de culo. Y parece que todo se pone del revés. Entonces, aunque menos parezca que queremos un abrazo, es con diferencia cuando más lo necesitamos. Y ojalá a nadie le falte ese alguien que le ponga el suelo en los pies cuando lo siente en otro lado. Y ojalá todos tengamos gente que nos espabile, que nos toque con cariño y que nos quiera.
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¿Sabes cómo se alcanza lo que se desea? Haciendo que lo que quieres para ti mismo, lo tengan también los demás. Al final, lo que das, vuelve a ti. Como un préstamo sin intereses.
Porque seguro que tienes cerquita a un montón de personas sin las que el mundo sería un poco (bastante) más triste.
No esperes a las uvas para decírselo, tal vez necesiten escucharlo hoy.
-La chica de los jueves-
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