No sé vosotros, pero yo, experta en objetos perdidos donde las haya, he aprendido algo de todas las gomas de pelo y las horquillas que no encuentro. Y de todos los amores. Y de todas las personas. Y de todos los momentos que perdí.
He aprendido que todo es susceptible de perderse, pero también de encontrarse. He aprendido que pocas cosas hay imprescindibles en esta vida, salvo lo realmente imprescindible. He aprendido que cuando una no quiere perder, hay que proteger y cuidar lo que se quiere. Porque de nada vale luego lamentarse. De nada vale luego nada.
Y también, sé ahora, que a pesar de todo, una de las peores cosas que hay es perderse uno mismo. Esa sensación de no conocer el camino. Ese temblor que se siente cuando uno se siente desprotegido y sin calor. La ansiedad de no tener las llaves de tu vida.
Pero también sé que sólo en ese momento, sólo en ese instante de confusión en medio de la nada, es justo cuando consigues encontrarte."
-La chica de los jueves-
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