jueves, 14 de septiembre de 2017

Arte

Ojalá nos pudiéramos quedar a vivir para siempre en la sensación de andar por la calle creyendo que somos los protagonistas de un gran videoclip.
No estaría tan mal lo de despertarnos cantando como en un musical o saltar encima del colchón usando el cepillo como micrófono.
Yo me quedaría mi cuadro preferido grabado en la retina para acudir a la paz que me transmite más de una vez.
Sería el vuelo de una falda en la coreografía más espectacular del mundo o el lienzo en blanco de un artista que aún no sabe por dónde empezar.
Me gustaría vivir en la imaginación de un guionista y en la voz de un poeta que lee sus escritos cuando nadie más los ha visto aún. Ojalá pudiéramos sentir las caricias de los dedos de un músico afinando su guitarra o pasar la tarde en el reflejo de un actor que ensaya su papel frente al espejo.
Me gustaría ser partitura y la palabra "fin" en la primera novela de alguien.
Me gustaría conocer todas las noches en vela, los días de nervios y el aplauso que lo compensa todo después.
Me gustaría desearle a todos los que no consideran el arte un trabajo, que ojalá conocieran la magia del antes, el durante y el después.
Hay cosas que aún no entiendo ni quiero entender.
La vida es muy corta para pasarla destruyendo en vez de construir.

-The Acoak-

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