La felicidad de los que quieres es la tuya propia, una felicidad “prestada”, tan sencillo y a la vez tan grande… Sus sonrisas te devolverán la tuya si alguna vez la pierdes, sus miradas te harán sentir parte de su alegría y sus abrazos te recordarán por qué estás ahí, justo en ese momento.
-Te lo dije cantando-
No hay comentarios:
Publicar un comentario