Me gustaría tener la capacidad de hacer felices a los que más quiero, saber qué les preocupa sin necesidad de preguntarles y ofrecerles la solución a todos y cada uno de sus problemas. Me gustaría estar al día de lo que necesitan, que un gesto mío tuviera el poder de transformar sus días malos en buenos, no juzgar ni uno sólo de sus pasos sin haber hecho antes el esfuerzo de ponerme en sus zapatos.
Me gustaría recordar cada cierto tiempo qué es lo que nos une, poner la cuenta a cero y seguir sumando, como siempre. Me gustaría hacer memoria con ellos sobre cómo eran nuestras vidas antes de conocernos y preguntarnos por qué aún seguimos en contacto, nada como poner en valor aquello que de verdad lo tiene para sentirnos afortunados de nuevo, una y mil veces.
Me gustaría infundirles seguridad, que vieran tan claro como yo que son capaces de cambiar el mundo con sólo poner un pie fuera de la cama. Me gustaría hacerles olvidar sus dudas, recordarles que si han llegado hasta aquí, podrán hacerlo hasta allí… Que apenas unos peldaños les separan de su objetivo, de esa meta que cada vez está más cerca. Me gustaría apagar el despertador que se empeña en poner fin a sus sueños.
Me gustaría verles recoger los frutos de lo que han sembrado, pero más aún cosechar con ellos, mano a mano. Me gustaría hacerles ver con hechos y no con palabras todo esto… Tengo toda una vida para intentar conseguirlo.
-Te lo dije cantando-
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