Echa la vista atrás y ve la fuerza que tuviste, la fuerza que te hizo levantar y seguir adelante, siempre. Mira hacia atrás y ve lo que callaste, lo que gritaste, lo que perdonaste, lo que luchaste, lo que enfrentaste (sobreviviste a todo).
Echa la vista atrás para decir a la vida que hoy entiendes aquel plan que no salió, aquella persona que se fue, aquel mar en los ojos que te hizo dudar, aquel momento en el que tu mundo casi dejó de girar (sobreviviste a todo).
Mira hacia atrás para agradecer el único equipaje que nunca te pesó: las personas que estuvieron siempre a tu lado (fueron regazo, fueron red y fueron casa).
Mira hacia atrás para entender y agradecer lo que fue.
Pero después mira hacia delante y prepara el corazón para lo bueno que viene ahí... ¡porque tú te lo mereces!
-DetallesConectados-
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