Me hace feliz saber que, a pesar de que no todo es de color de rosa, sin saber cómo, siempre salimos adelante. Aunque todo se ponga muy negro o se nos mueran las ganas. Siempre hay un mañana. Siempre es mañana. Y a veces hasta sale el sol. Porque siempre hay una nueva oportunidad para empezar de nuevo, para tratar de estar mejor, para quedarnos sólo con lo bueno.
Y a lo malo, pues nada. Cuando surja, ya veremos.
-Bienvenido a casa y otras formas de decirte que te quiero, Mamen Gómez-
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