domingo, 6 de agosto de 2017

Salir a observar la vida

Me gusta vivir en un pueblo viejo, de calles estrechas, de casas de toda la vida, de señoras que barren las aceras, de señores que se sientan al fresco en las tardes de verano.
Me gusta salir a callejear por los rincones que aún son ajenos a mis sentidos despiertos y mirar la vida y escuchar la vida y sentir el aire y dar los buenos días a las abuelas y los abuelos que no conozco pero siempre me devuelven una sonrisa o, con suerte, alguna breve historia. 
Me gusta la vida de pueblo que nadie sospechaba que me podía gustar. 

-El futuro nunca existió-

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