Me preguntó una de ellas, antes del reencuentro, que por qué las cuidaba tanto y volvió a incidir en ello tras estos días de vacaciones juntas. Mi respuesta fue [y es] simple. Porque sí, porque se hacen querer y yo, lo digo con letras grandes: ¡OS QUIERO!
Puede ser una locura decirlo así, con tan poco tiempo de relación, con las escasas horas que a veces compartimos, pero en estas cosas siempre me he dejado llevar por el que bombea, por el que me mantiene viva.
Y es que cuando se quiere, se cuida. Y cuido porque me sale, porque me importan, porque sé que lo valoran y cualquier cosa por y para ELLAS, vale la pena.
Me encanta verlas disfrutar, ver esas sonrisas (y risas) de felicidad y esos ojos brillantes llenos de avidez, como aquel niño cada vez que descubre algo nuevo.
Personas con ese espíritu, con ese deseo de querer vivir y disfrutar de cada momento de la vida son escasas y desde el primer minuto me sentí identificada con ELLAS. Porque ELLAS saben bien cómo hacerlo, cómo exprimir cada segundo y convertirlo en un segundo irrepetible.
Han sido un par de semanas para guardar en la retina, en ese disco duro de la cabeza pero teniendo a mano cada una de las imágenes grabadas.
Se ha pasado volando, como siempre, porque el tiempo con ELLAS es así: intenso, muy vivido, queriendo agarrar cada instante y al mismo tiempo, fugaz. Siempre falta más, queremos más. Cuando estamos en ese casi "día a día", nos toca despedirnos de nuevo. Se nos hace, al fin y al cabo, corto.
Sigo buscando las palabras para construir una sencilla frase que exprese, de alguna manera, todos los sentimientos que me han hecho vivir, palpar, estos días, en especial, en mi día [prolongado].
No necesitaba nada, y lo digo de corazón. Sólo el estar juntas ya era [y es] EL regalo. Lo ha sido desde el primer día y durante casi un año y medio repleto de pequeños momentos, muchos de ellos ya transformados incluso en tradiciones.
Les ha bastado apenas ese tiempo, y a intervalos, para conocer(me), para interesarse por "eso" que importa, "eso" que muy pocos conocen pero que muchos dicen conocer, lo que me apasiona, lo que me toca la fibra, "eso" que hace que sea yo. Se han preocupado y cada día que pasa lo demuestran con creces, porque escuchan, porque leen entre líneas, porque van más allá de la superficie.
Y es que ELLAS también cuidan. Están ahí, en lo bueno y en lo malo. ¡Y no sólo eso! Son capaces de sorprenderte, de dejarte sin capacidad de reacción, de dejarte sin aliento.
ELLAS tienen un don. El don de transformar detalles en magia y estos días no han sido menos. De principio a fin un continuo maremágnum de pequeñas cosas que han hecho que sean ya inolvidables.
ELLAS son así.
Pequeñas grandes magas.
Mis magas.
Mis amiguis.
No sé si las encontraré pero seguiré buscando las palabras ya que un simple GRACIAS para tanta magia se queda excesivamente corto.
A veces me pregunto cómo sería si estuviese más cerca, si pudiésemos hacer esas pequeñas locuras (y no sólo) que hacemos, más a menudo... y muero de ganas porque se haga realidad.
"Les conoces desde hace días, semanas, meses, años… No importa desde cuándo, el caso es que hace un tiempo decidiste que formarías parte de sus historias y que esas personas ocuparían un sitio en la tuya, y eso os acaba transformando aunque sea de forma casi imperceptible. Y es bonito, porque nadie pretende que se produzcan, simplemente esos cambios surgen y te acercan a lo que te gustaría ser, en la mejor compañía."
-DetallesConectados-
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