Ya está aquí el color blanco y el frío, las mantas y las bufandas, los chocolates calientes y las calefacciones a todo gas.
Ya están a la vuelta de la esquina los reencuentros familiares, las cenas copiosas, los regresos a la tierra natal, los atascos y las compras de última hora.
¿Te das cuenta de que han pasado once meses? Ayer empezábamos el 2015 y hoy acabamos de entrar en la recta final. El tiempo ha pasado volando, en un ápice de segundo.
Ya están a la vuelta de la esquina los reencuentros familiares, las cenas copiosas, los regresos a la tierra natal, los atascos y las compras de última hora.
¿Te das cuenta de que han pasado once meses? Ayer empezábamos el 2015 y hoy acabamos de entrar en la recta final. El tiempo ha pasado volando, en un ápice de segundo.
Faltan sólo treinta y un días para dar la bienvenida a un nuevo año, a un nuevo comienzo, y llega ese momento de empezar a hacer balance.
¡Todavía hay tiempo! Aún tenemos por delante algo más de cuatro semanas para dar rienda suelta a nuestras aspiraciones, por muy pequeñas que sean.
Os puedo asegurar que yo he cumplido con creces esos deseos y objetivos que me propuse a nivel personal. Pero tengo mis ambiciones y soy inconformista. ¡No me quedo aquí! Sé que puedo tener y ser más y este año ha sido un fiel reflejo de eso. Todos debemos ser un poco inconformistas. Buscar y desear algo más, algo mejor... ¡siempre!
Yo lo sigo haciendo... ¿Y vosotros? ¿A qué estáis esperando?
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