He llegado a la conclusión de que sentir cosas bonitas por los demás, sea cual sea la situación propia, es indicador de ir por el camino adecuado.
Seré una cursi o una intensa, pero hace un tiempo que vengo sintiendo unas ganas muy grandes de abrazar, de compartir. Hace un tiempo que vengo sintiendo un amor... algo así como universal, que se extiende a todas las personas de mi vida y que se alimenta del bienestar ajeno.
Creo que cuando uno puede superar las diferencias, no caer en comparaciones y librarse un poco de los juicios, queda más abierto a la experiencia social pura. A la conexión auténtica sin interferencias.
Buscar el bienestar ajeno alimenta el bienestar propio. La felicidad compartida se multiplica. El amor es verdaderamente barato; las conexiones entre personas son indiscutibles. Al fin y al cabo, todos somos la misma clase de seres humanos.
Yo qué sé. Si no se entiende nada, que la idea sea la de compartir amor como si la vida dependiera de ello. Que, de hecho, depende.
- El futuro nunca existió -
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