Me han clavado tantas navajas,
que cuando me dan una flor,
no sé con certeza lo que es.
-Charles Bukowski-
Espero que tu alma siga siendo inquieta, siempre inventando y organizando esos planes improvisados que tanto nos gustan.
Cada vez nos cuesta más poner una fecha para volver a vernos. Diferentes caminos, otras ciudades, nuevas compañías… Inseguridades que van dejando paso a una serenidad que te hace sentir bien, que te hace pensar que estás en el lugar adecuado, que acallan esas prisas que a veces te entran por volver. Parece que has acabado entendiendo que tu sitio es aquel en el que te encuentras, que en ti -y solamente en ti- está el hacerlo tuyo.
Cuesta hacer elecciones, tomar decisiones que duelen (a nosotros y a los otros). Cuesta cambiar de camino, el de todos los días, por lo desconocido, lo incierto, el “no sé si saldrá bien”. Cuesta llenar las manos de ilusión y confiar en los "volver a empezar".
... Quiero ilusionarme con lo que tengo y con lo que está por venir, con los pies en la tierra pero permitiéndome saltar de vez en cuando. Espero poder alcanzar metas y cruzar la línea de la mano de quien nunca me la suelta, celebrar las nuevas oportunidades que vayan surgiendo porque será señal de que han sido aprovechadas. Aspiro a vencer mis miedos, que no son pocos, a superar mis debilidades y a contagiar mis ganas. Sueño con hacer realidad, punto por punto, esta lista de propósitos y añadirle algunos más...