Porque si no dejamos ahora que la lluvia nos cale, ¿cuándo lo haremos?
Y qué si llueve, y qué si nos ensuciamos, y qué si nos mojamos enteras. Que el tiempo nos llene con sus inclemencias y con su calor, con su granizo y con sus rayos de sol, con cada soplo de viento que nos venga a despeinar.
Solo tenemos una vida y un momento para que no nos importe que nos bailen los pies sobre el asfalto mojado. Solo tenemos un rato para la locura, para cantar si nos da la gana aprovechando cada trueno que caiga, para besar a alguien con todas nuestras fuerzas mientras las nubes descargan toda su furia, para decidir algo a última hora, para apagar el despertador y luego ir corriendo, para ir a ese concierto o pillar ese vuelo, para conocer, para aprender, para llorar si queremos, para reír si queremos, para soñar… siempre.
Porque dicen que el tiempo del que disponemos es algo así como dos minutos y que la juventud dura poco más de medio.
Porque dicen que…
Hay que dejarse llover llevar, perdón.
-La chica de los jueves-
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