Hay lugares donde he sido verdaderamente feliz, donde me he sentido como en casa cuando no lo estaba, donde los ojos brillan de manera diferente y las palabras no tienen por qué ser pronunciadas; hay personas que son esos lugares.
Puedo prometerte que me sentí muchas veces más dentro de alguien que en el interior de la sala donde me encontraba, puedo prometerte que he viajado a través de miradas, más allá de lo que un avión lo permita, y tomado más de un barco en los muelles de labios ahogados en historias silenciadas. Y fue en esos lugares donde pude ser yo, sin ningún temor, y fue en esos brazos que me abrazaban donde sentí la verdad que hay detrás de la amistad. También, el amor lo encontré en esos lugares, tanto en ellos como en mí, porque al fin y al cabo, yo soy otro lugar más; en cuyo ambiente se respira la esperanza de que algunos de esos lugares que visito y me enamoran, quieran también formar parte de mi mundo.
-Hoy quizá sí-
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