Esa pequeña de gran corazón que entró como el huracán que es en mi vida, hace escasamente dos años, cumple añitos hoy.
Para ella va a ser muy especial este día. Lo sé y lo sabe. Difícil será que se olvide de dónde y con quién estaba cuando cumplió los 33.
Nos perdemos un poco ya en aventuras. Tenemos que ver fotos para empezar a recordar qué vino antes o qué hicimos después. Pero dejando a un lado todas las historias ya acumuladas, si hay algo que nos ha caracterizado desde el principio es la música, las letras y las palabras.
Dicen que se conoce mucho de una persona cuando escuchas la música que le gusta y todo este tiempo ha sido un compartir de canciones.
¡Muchas felicidades pequeño huracán!
-DetallesConectados-
Todo en el fondo es cuestión de canciones, de estados de ánimos, es lo que tiene la música, que te acompaña en todos los momenos y en cada recuerdo. Y la seducción de los discos, aunque se haya vuelto todo tan efímero con internet y todas las plataformas llenas de canciones. Que ya no se venden discos, qué disparate. La gente sigue entusiasmada por comprarse un disco y llevar a cabo el apasionado ritual de desenvolverlo del plástico, abrir un libreto lleno de canciones y olerlo como si fueran libros nuevos del colegio. Buscamos algo que nos emocione y nos conmueva.
Estamos ansiosos por sentir algo en las manos que no se va a acabar. Que suenen canciones que nos convenzan de algo, aunque sea mentira, vamos, que tenemos que creer en las palabras ahora que nadie cree en nada. El amor mismo, está lleno de canciones. A mí ya me lo advirtió un profesor de ciencias hace mucho tiempo, que no dejara que lo extraordinario de los avances me hiciera perder la creencia en lo mundano. Y por eso sigo entera, porque la música me ha salvado de muchas piedras.
-Adriana Moragues-
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