Cuando emigras dejas atrás a tu familia, a tus amigos, la vida que conocías. Nos engañamos pensando que las cosas nos irán mejor, pero no siempre sucede. Al menos al principio. Pero dicen que la noche es más oscura justo antes del amanecer.
Todo el mundo tiene cosas que ocultar, todo el mundo tiene secretos, todo el mundo cuenta mentiras y cuando emigras, eso es de las pocas cosas que no cambian. Una vez oí que las mentiras son la fuente de la esperanza, porque creemos que las mentiras nos van a hacer felices.
Pero las mentiras, a la larga, te hacen infeliz. Porque cuando te descubren, todo se derrumba como un castillo de naipes, como un mal truco de un mal mago, y entonces dices adiós a la magia.
Pero mentir es apostar y la vida es como una partida de cartas en la que el destino juega con las cartas marcadas y te deja ganar alguna partida. Aunque al final siempre terminas debiéndole dinero a la banca y en algún momento tendrás que pagar.
-Buscando el Norte-
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