viernes, 15 de abril de 2016

Historia de una mayúscula

Hay historias que permanecen, aunque tengas cien años y te hayas casado cuatro veces. Hay historias inmortales que sobreviven a todo y a todos, que no quiebran ni cierran por traspaso, qué va. Y hay historias que ayudan a crecer y aprender. Historias que, cuando consigues perdonarte por las horas que sufriste y perdiste el tiempo estando mal, te abren los ojos a otra realidad y dices “volvería a revivirlo, sin dudar”. Volvería a revivirlo pero mejor, sin mirar tanto los mensajes, sin dejar de vivir.
Siempre hay alguien que, aunque pasen mil años, te frena el corazón en seco.
Siempre.
Siempre hay letras que se recuerdan con mayúsculas.

-‎Lachicadelosjueves‬-

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