Contra la envidia, ¡el silencio! Nadie necesita saber sobre tu vida, sobre tus conquistas, de los caminos que vas a seguir, de las caídas, los fracasos… resumiendo: de tu rutina. No debes explicaciones a nadie.
No necesitas salir y gritar lo feliz que eres o reclamar sobre tus desgracias. Vivir nuestra vida ya es suficiente.
No es necesario que hagas publicidad de tu vida para decir que eres mejor que el otro. Nadie es mejor que nadie.
Una meta para el 2016: estar más en silencio. Tenía la pésima manía de contar algunas de mis conquistas y de mis frustraciones. Aunque siempre fui selectiva, descubrí que la envidia no tiene nombre o apellidos, y llega de las personas que menos imaginamos. Sólo unos pocos, de esos que se cuentan con los dedos de una mano, se alegrarán con tus logros y te darán la mano cuando te tropieces.
Además del silencio, mi otra meta es hacer que las cosas ocurran, sin que nadie se dé cuenta. No cuentes tu vida a los cuatro vientos y verás cómo serás más feliz.
¿Deseos para este año? Pies en el suelo, boca cerrada y mirar hacia adelante.
-DetallesConectados-
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