Aún estoy asimilando lo ocurrido en los últimos días…
Es difícil creer que todo salió como estaba escrito en el guión. Que la historia, por una vez, fue escrita como querían los actores.
¿Qué puedo decir de un fin de semana mágico, lleno de detalles que adornaron un final perfecto?
Cuando comenzó esta temporada, mi decisión estaba tomada, independientemente del resultado final. Era consciente que ese final podía ser una subida de División y un Campeonato Nacional y que eso, podía hacer, que me echase atrás en la decisión… Pero sigo teniendo la cabeza fría y tal vez por eso mismo, de alguna manera, todavía no he conseguido exprimir lo que significó para mí este fin de semana.
Siendo sincera, después del tropiezo del sábado, no lo vi nada claro. Pero según avanzaba la noche y el domingo, ese pensamiento fue cambiando. Este equipo se sobrepuso a la derrota, dio la vuelta a la situación y consiguió lo que todos anhelábamos.
Y es verdad eso que dicen: la victoria es de mucha gente. Sí, las jugadoras son las que marcan puntos y las que luchan dentro de las cuatro líneas, pero por detrás hay entrenadores, antiguas jugadoras, un club, padres, amigos… No recuerdo, en mis años de jugadora, un equipo que tuviese tanta gente por detrás apoyando y cruzando los dedos para que todo saliese a pedir de boca.
Y yo… ¡No tengo palabras! Todavía creo que fue un sueño. Uno de esos que sólo se hace realidad en la imaginación. Quería acabar exactamente así: con esa gente, con esos entrenadores, con ese club y con una victoria de ese estilo…
Ahora nos quedan las fotos, los sentimientos y las sensaciones vividas en un año lleno de trabajo, lucha y sufrimiento.
¡Valió la pena todo!
Final perfecto.
-DetallesConectados-
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