"Concierto Amaral, 28 de mayo, Valencia."
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"Aférrate. Aférrate a la vida como si fueras a vivir más de mil años. Y lucha. Lucha siempre por tu identidad y por tu pasado. Y quiere. Deja de decir estupideces sobre que no crees en el amor y empieza a amar por encima de todas las cosas. Porque al final más vale que te duela el corazón por exceso que por defecto. Y al final, cuando el aliento de tu alma te anuncie su eterno reposo, mira en tu interior y felicítate por haber logrado llegar al tiempo de descuento con todo el trabajo realizado."
Para mí ya huele a verano...
Y no me arrepiento de haber perdido el tren, porque a fin de cuentas, no era el mío. Me quedé sentada en ese banco, viéndolo pasar, con cara de boba, sabiendo que no tenía asiento reservado, sabiendo que me caería una buena multa si me colaba. Sabiendo que en tu ventanilla no había más sitio que para tu maleta. Y lo entendí, al final. Gracias a esperar al momento indicado. Gracias a que le cambié la pila al reloj.
"Las circunstancias lo condicionan todo, pero la seguridad que uno tiene en sí mismo puede darle muchas veces la vuelta a cualquier situación... Aprendiste a atreverte y, sobre todo, a apostar por ti mismo, tú eres tu mejor aval. Si los que te rodean confían en ti, ¿quién eres tú para dudar?"
"Haz que valga la pena (...) Me refiero a lo que ocupa tu primer y último pensamiento del día, por lo que das gracias sintiéndote el más afortunado del mundo, lo que nadie te regaló y alcanzaste por ti mismo. Algunos, al leer estas líneas, habrán pensado en trabajo y otros en personas, pues sea lo que sea, que merezca la pena y, cómo no, la alegría..."
Hay que echarle agallas, una caja llena de agallas. Sabes que las tienes. Aunque creas que no, viven contigo desde siempre, se mantienen en silencio hasta que lo rompen. Y gritan. Y el grito se escucha por todo tu cuerpo hasta traspasarlo y hacerse sólido. A eso, yo lo llamo valor. Así que si notas algo que aprieta dentro, no lo reprimas y déjalo salir. No tengas miedo, la vida no está hecha de los impulsos que paralizamos, sino de las decisiones que tomamos.
"Empiezo mayo siendo consciente de que la distancia desaparece cuando contamos los días que faltan para vernos, en lugar de los kilómetros que nos separan. Empiezo mayo tachando tareas pendientes y sintiendo la enorme satisfacción que eso conlleva.